jueves, noviembre 10, 2005

West Coast Story

Pues nada. ¡Si casi no nos dio tiempo ni a respirar! Brevemente, contar mis jornadas: el primer día lo empleamos en los estudios Universal, donde vimos sets reales donde se rodaba -como uno de Mujeres Desesperadas- o antiguos que se habían usado, como uno de La Guerra de los Mundos, el tiburón de Tiburón, de Jurassic... y claro, los dos como tonticos con la boca abierta.
Básicamente, eso fue Día 1. Además, se me olvidaba, durante ese tour vimos a Bruce Willis en un coche detrás de nuestro trenecillo. Y Nacho le saludó, pero Bruce -ya lo puedo llamar así, qué os creeis- no le contestó. Esos egos... :-P

Día 2 se circunscribió al Walk of fame -o sea, las calles donde están las estrellas en el suelo- al teatro Chino -donde están los cementos con las manos, firmas y huellas de las estrellas- y el teatro Kodak, donde se hacen los Oscars.
Luego Beverly, pero eso lo veríamos mejor al día siguiente.

Día 3 fue Santa Monica, o sea, las playas del sur de la ciudad. Santa Monica, comer al borde del mar y luego ir con Iñigo, un chico de mi clase que está allí viviendo, a dar una vueltecilla por Beverly Hills, Rodeo Drive -las calles donde Pretty woman compra su ropa, donde está el hotel de la peli, vamos, las calles más pijas que os podáis imaginar-... Ir a donde el concierto al Hollywood Bowl y a cenar a un sitio muy chulo que me llevó Iñigo.

Y punto, porque hemos empleado dos días en ir y volver... Pero ha merecido la pena.
Después de esta síntesis de horarios, comentar la ciudad. Es realmente extraña, con sus casas de dos pisos a lo sumo, enormes contrastes al doblar una esquina -el Walk of fame es una zona de putas hasta como dos manzanas antes de llegar donde se hacen los Oscars, por ejemplo-. No sé, todo muy raro. Con su encanto, por el asunto de las palmeras y de que es muy peculiar... pero en conjunto deslavazada, con muchos homeless y un ambiente extraño.
Y bueno, hay zonas donde evidentemente no puedes entrar, y algunas que te dicen que por la noche ni de coña, como el Walk of fame...
Me impresionaba pensar que cualquiera podía llevar una pistola encima... ¡no estamos acostumbrados a eso!
También se me hacía muy rara la sensación de que era como ir a casa sin haber estado. Me explico: llevamos toda la vida viendo su sociedad, su estética, ¡su todo!, con lo que sus peculiaridades nos son familiares... Desde el coche de policía con sus polis tal y como los estáis imaginando ahora, sí, eran así. O los buzones míticos, o los coches sin marchas, o los parquímetros o tantísimas cosas... Que no son nuestras pero en realidad están en nuestra cabeza... Y no es ficción, son así!
:-)
Luego os cuento más...
Muxus v

No hay comentarios: