Un genio, Oscar Wilde. Siempre, un enorme placer, una sonrisa constante al leerle. La elegancia, la inteligencia y la ironía personificadas. Por eso ayer volví a coger El Retrato de Dorian Gray, porque hacía mucho tiempo que no me daba el gustazo.
Y me topo (gran verbo :-P ) esta mañana con la gran introducción que hace al libro. No me acordaba. Os la iba a copiar, por aquello de seguir la estela de Capítulo Siete, pero no la consigo. Quizá otro día.
En lo que se refiere al searching, lo motivo yo de habitual con mi inquietud barata sin materialización, pero también el hecho de que ayer en mi casa sucedió algo curioso. Resulta que mi nueva compañera de piso lee las cartas del Tarot. Primera sorpresa, no sé, no me lo esperaba. Soy especialmente escéptica con esas cosas, me dan un poco igual, aunque tampoco necesariamente niego la posibilidad de que sean reales. Sencillamente no me interesan.
Pero quiso echarme las cartas, y pregunté por trabajo. Y en todo el rato que estuvimos, mencionó varias veces el hecho de que vivo buscando algo que no sé aún muy bien qué es, pero ahí estoy. Curioso.
El caso no es el Tarot, sino decir que necesito pensar qué quiero. En breve voy a tener que buscarme curro nuevo, y me gustaría enfocarlo bien. Quiero algo más. Además, cada vez me viene a la cabeza más a menudo la idea de que necesito viajar, cambiar de aires, vivir en ciudades nuevas, hablar otros idiomas...
Pero quiero a Madrid, y a la gente que tengo aquí... Domesticarse, crear lazos... qué cosa tan buena y tan mala... No quiero atarme así, pero a la vez no tengo un motivo fuerte para romper...
Grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr, así ni 8 tumbado ni gaitas. Lo que consigo es vida pequeñita y cabeza inútil.
Muxus variados...
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