viernes, diciembre 02, 2005

¡Cincuenta y dos!

Acabo de ver en el programa a una pareja de viejitos que llevan casados 52 años y sin aburrirse, aunque evidentemente (¡EVIDENTEMENTE!) con altibajos.
Impacta y, a la vez, asusta bastante. ¿Cómo son capaces? Pero a la vez es tan hermoso... Es lo que todos desearíamos en el fondo de nuestros duros y volubles corazoncitos, ¿no?...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te diré. Firmaba ahora mismo... lo que pasa es que te hace preguntarte hasta qué punto es amor, hasta qué punto es rutina, comprensión, comodidad, miedo a estar solo...
Por muchas preguntas, sigo llegando a la misma conclusión, q merece la pena seguro y tiene q ser genial ver cómo te arrugas al lado de alguien (eso es q has compartido muuuuuchos minutos).

Siete dijo...

Gaviot, en el fondo de tantas dudas (que al final dan exactamente igual, lo que empieza en pasión luego es amor y luego el mayor compañerismo imaginable) tienes el corazón más blando que un colchón magnetolátex.