sábado, enero 14, 2006

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Tanto depuré mi lenguaje, que desapareció casi por un mes!. No, en serio. Lo de las florituras ya está zanjado. Voluntad de mayor... desnudez :-) (ahora sí que vais a apoyar la moción sin protestas, ¿eh? O... ¿no? Mejor no oír las respuestas...) pero tampoco de dejar de escribir como me sale. Y basta.

Llevo días con ganas de aparecer por aquí, pero me daba rabia empezar 2006 con un post sinsorgo. Aunque, como Panduril dice, el cambio de año en el fondo es una tontería. De todos modos, quería comenzar con un poco de interés. Como aún no tengo las fotos de nochevieja en que me veréis rubia, con pelo corto, caparazón de mariquita, antenas y dos coladores de leche por gafas -que creo que tienen el suficiente gancho-, tendréis que conformaros con unas palabrejas.

Conseguir el equilibrio entre que esto no se convierta en un diario o que sea un espacio para desbarrar sobre temas que me vengan a la cabeza es complicado. Por eso me cuesta encontrar el punto. Usarlo como diario me parecería un poco penoso; pero ponerme aquí a hacerme lo que se dice pajas mentales tampoco es útil. De hecho, si de lo que se trata es de buscar el 8 tumbado, en realidad es una especie de modo de evitar la búsqueda real. Las palabras son el despiste para no actuar activamente, que es lo que suelo hacer. Aún me queda mucho trecho entre las buenas palabras y la acción.

Por otra parte, lo que decía sobre los desvaríos onanistas -jo, permitidme la palabra, aunque suena fatal y es un poco repollo me encanta!- enlaza con el cinismo que mencioné un día como tema para hablar aquí.

No soporto a quienes se toman muy en serio, hablan todo el día de temas trascendentales, no saben reírse de cosas ni hacer chistes de cosas importantes sin escandalizarse. La gente que oye una gracia machista -por ejemplo- y pone la típica carita de ultraje. O que apoya lo políticamente correcto. O que no es capaz más que de ver pelis super trascendentales y cuando toman café, hablar de la levedad del ser.
Aunque tampoco es muy divertido siempre lo contrario. (Creo que con el paso del tiempo voy soportando menos y menos cosas) Todo a su momento, todo a su momento. Cada conversación tiene su medida y un peso específico concreto que hace que deba abundar más o menos, es inversamente proporcional, supongo.

A ver. Y yo entiendo que hay temas muy serios y muy dolorosos, que dejan marcas en la gente. Y asuntos que siempre que alguien se los tome a pecho, pueden tener una mínima posibilidad de solucionarse. Pero me parece sano siempre tomar una cierta distancia, poder bromear -no burlarse con mala intención- y quitarle hierro, porque si no no nos queda más que el harakiri.

Y pasa el tiempo, y se es más cínico. Te crees menos las poses, te quedas entre aguas, porque todo lo que es pretendidamente adoptado te da náuseas, es falso. Es plano, porque según lo ves, lo sencillo, lo verdadero no necesita reafirmación, exposición o alarde. No necesita defensa, porque sabe subsistir solo, es más fuerte que la duda o la burla.
Volvamos a ser descomplicados, burlones, un poco banales a veces, profundos y ricos otras, dejemos de ser susceptibles, de mirar por encima del hombro, de ser enrevesados e incomprensibles, superiores. Lo incomprensible esconde algún fallo. Hay que estar a los pies del mundo, aun estando en la cima. Somos motas solamente.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que son etapas. A mi me resulta pedante lo mismo que a ti y la necesidad de hablar de la levedad del ser va menguando notablemente... :)
¡¡Brindemos pues por los inteligentes que supieron adaptarse (al menos un poquito) a la mediocridad!!

Salud moco!!

PD: Gracias por pensar en los pobres ausentes de la capi que sólo pueden "verte" por aquí. Un placer encontrarte de vuelta.

Siete dijo...

No es adaptarse a la mediocridad! es no creerse mejores, mirar más que comentar, y dejarlo en barbecho dentro...

Monstera Notand. dijo...

1º. ¿Mariquita mala y venenosa? ¡Eso hay que verlo!

2º. Onanista serías si siempre escribieras en plan "yo, mí, me, conmigo". Por ejemplo, como moi. A ti sólo se te va un poco el santo al cielo. Pero te queremos igual.

3º. Y después de todo, ¿qué tiene de malo un "unomismo" a tiempo?

4º. Creo que el cinismo esconde las ganas de ser idealista, crédula, ilusionada. Porque sabemos que la realidad suele darse de hostias con esas cosas. Entonces, probemos a ser unas alegres cínicas, humildes pero con convicción, realistas pero con un ojo puesto en la posibilidad de que, al fin y al cabo, a veces, la magia ocurre...
A mí tampoco me sale, oye, pero se pasa bien intentándolo.

5º. Contenta de ver tus letritas de nuevo. Me da igual que sea para un post sinsorgo que para una disquisición existencial, me caes bien. Un beso muy gordo desde el terruño, beibi.

Anónimo dijo...

Oye t'u, amiga m'ia, qu'e tal andas?

Q