sábado, diciembre 09, 2006

Pañales y vuelta a la vida bloggera

He sido madre durante casi una semana, y ¿qué conclusiones saco? 1) Que como institutriz decimonónica no habría tenido precio; 2) que, al mismo tiempo, mis hijos (si van a existir) estarán desquiciados los pobres: bailes raros, juegos absurdos, música todo el rato, tocada de narices...; 3) que como alguien toque un pelo a mi sobrina le mato.

Además, cuando uno está solo le da tiempo para pensar mucho en todo. Good friends we've had, good friends we've lost que diría Bob. Historias de siempre y novedades más y menos placenteras. El miedo a cagarla como siempre.
Y más allá de eso, a lo que siempre vuelvo periódicamente, la lucha contra el asentamiento en una vida que si no lo es, debería ser mínimamente parecida a lo que imaginábamos. Aunque, como ponía en un post que no llegué a publicar, parece que el mundo es una jodida gymkhana, una carrera de obstáculos en la que hay que estar prevenido para la próxima trampa, en lugar de ser todo lo contrario.

Blablabla.

Sr. B, este blog ha vuelto a ser inteligible para volver también a ser el Diario de una Ñoña.
je.

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